martes, 21 de febrero de 2012

RIO MARIÑO

RIO MARIÑO

...Cerrito de Quisapata, subida y bajada
Al costado del rió Mariño...
Los días en Abancay, suelen ser mas dulces, hermosos y festivos,  gracias al enternecedor arrullo que  brota del  discurrir de las aguas límpidas y cristalinas del rió Mariño.
Hermoso lugar ubicado en la cola de Abancay, culminando la calle Cusco. Dejamos de lado el bullicio de la ciudad, para perdernos en la espesura de sus eucaliptos. Hermoso río Mariño prodigio de la geografía andina y abanquina.
Frondosos árboles de molle nos dan la bienvenida, el viento cálido remece sus rojizos frutos que son una delicia para los loros y calandrias, caminamos pausadamente por la pedregosa calle que es la única vía que nos conduce a este paraíso.  
Su inmensa vegetación, llena de chamanas, carrisales, pisonaes, y cabuyas, que dulcemente son regadas por las tímidas aguas que discurren tranquilas por el Mariño. Agua dulce limpia y cristalina emergida de las  cumbres del Ampay y del Rontoccocha, se juntan para formar un torrente azulino, que discurrirá durante todo el año por la quebrada del Mariño.
Sus límpidas aguas, hacen posible que muchos animales e insectos habiten este pequeño paraíso abanquino. Cachiccachis o libélulas de diferentes colores y tamaños revolotean desordenadamente por los pequeños charcos formados por las benevolentes aguas del Mariño. 
Grandes grupos de renacuajos, nadan tranquilamente por los pequeños riachuelitos, buscando alimento para crecer fuertes y luego ser aliados gratuitos de los campesinos.
En los coposos árboles que crecieron  bebiendo sus aguas, grupos de aves se han establecido formado grandes colonias. Los loros son los más beneficiados, la gran cantidad de pisonaes y molles alimentos predilectos sirven de posada para luego al día siguiente muy de madrugada bulliciosamente retornar hacia Pachachaca, donde robaran choclos o frutos. 
Es común ver muchachos con carrizos, improvisar cañas de pescar, quienes sorprenderán a las distraídas truchas que culminaran aderezadas en alguna sartén.  
Este rió es de mucha utilidad; cuantos vegetales, animales se benefician por sus aguas. Que luego colmaran los mercados sirviendo de alimento al poblador abanquino.
Generalmente los domingos, las orillas del rió adquiere, un tono colorido, pareciese que un pintor descuidado deslizó su pincel, dejándolo lleno de colores. Es que muchas mujeres muy temprano visitaron las orillas del rió Mariño con inmensa cargas de ropa que durante el día lavarán y tenderán sobre los arbustos y piedras para que el cálido sol las seque.
Así de servicial, es este hermoso rió abanquino. Hasta celestino es, no existe en Abancay, pareja que no haya paseado con su amada por los serpenteantes caminos escondidos del rió Mariño, y bajo el arrullante paso de sus aguas, bellas y tiernas palabras susurraron en los oídos de sus bellas amadas. 
Cual cómplice, la luna traslucida en sus cristalinas aguas, y el coro formado por bulliciosos e inquietos grillos, en más de una ocasión fueron mudos testigos del amor apasionado febril y tormentoso propio de la juventud o quizá fueron testigos silenciosos del advenimiento de alguna hermosa criatura.
O quizá en alguna negra noche, bajo el grueso tronco de los eucaliptos, en algún lugar muy apartado, muchos tristemente lloraban, desconsoladamente el alejamiento de aquel amor que pensaron que sería interminable como las aguas que discurren por el Mariño. 
Así es el  rió Mariño, amigo inseparable de todo abanquino, fiel y testigo silencioso de muchos jóvenes que pasearon por sus orillas, bebiendo el dulce néctar de sus flores, donde se formaron y separaron  muchos amores.  
Robert Sierra Tapia

1 comentario:

  1. CUANTA ALEGRIA ME DA TU ENTRGA SINCERA AL CAMPO DE LA LITERATURA ..... ESTOY SEGURO QUE TODO LASALIANO SE SENTIRA ORGULLOSO DE HABER SIDO COMPAÑERO TUYO....SIGUE ADELANTE ROBER..GRACIAS POR TU SACRIFICIO...

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